La corriente vencio en ese momento y me lanzo violentamente contra algo duro, una roca invisible entre las tinieblas. La roca me golpeo en el pecho con dureza, como una barra de hierro, y el aire escapo de mis pulmones y salio de mi boca en una nube de burbujas plateadas. El agua inundo mi garganta, me asfixiaba, me quemaba, mientras la barra de hierro parecia tirar de mi, apartandome hacia las oscuras profundidades, hacia el leho oceanico. Adios. Te Amo, fue mi ultimo pensamiento
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